Pequeña joya de las Baronie, en el tramo costero noreste de Cerdeña, el pueblo de Budoni se extiende cerca de pequeñas ensenadas, fascinantes acantilados, largas playas compuestas de arena blanca impalpable.
Su afortunada localización geográfica incluye también pequeños estanques salobres, donde vive la típica vegetación de tamariscos y juncos y donde se encuentran colonias de flamencos rosados.
El poblado se dispone alrededor de la iglesia de San Giovanni Battista, la parroquial del pueblo, que data de 1969. No faltan interesantes vestigios arqueológicos, distribuidos en la corona de colinas que enmarcan el pueblo delimitado por un denso pinar de matorral mediterráneo: el nuraga Su Entosu, una torre única que cumplía la función de vigía, ubicada en una cima granítica; el nuraga Conca e Bentu y la Domus de Jana l’Agliola en la fracción de Solità. El nuraga está ubicado en una colina que domina la llanura de Budoni, mientras que la Domus de Jana está excavada en una roca esquistosa cerca de la orilla de un arroyo.
Merecen una visita los stazzi de San Pietro, dispuestos a lo largo de un recorrido que ofrece una secuencia de antiguas viviendas, algunas construidas en piedra local, otras edificadas con piedra local, barro y mortero, con los interiores vivamente coloreados, y el característico zócalo de piedra y barro que corre a lo largo de la fachada externa de la casa creando un asiento: un viaje emocionante al conocimiento del prototipo del antiguo pueblo sardo. A lo largo de este itinerario se encuentra la iglesita de San Pietro del bosque, cuyo origen puede situarse en el siglo XIV.
De gran importancia también el puerto de Ottiolu, dotado de más de 400 puestos de amarre, con numerosos servicios e ideal base de partida para realizar pequeñas travesías al descubrimiento de las magníficas calas del tramo costero.
No faltan las estructuras para el tiempo libre: tenis, fútbol sala, equitación, vela, centros de buceo, y para el entretenimiento: como: discotecas, piano bar, espectáculos nocturnos en la plaza.
Los numerosos restaurantes, trattorías y agroturismos, permiten degustar las especialidades del mar y los productos tradicionales de la gastronomía sarda.